La glándula tiroides bajo el control regulador de la hormona tirotropina secreta tiroxina (T4) y triyodotironina (T3) dentro de la circulación general. Las hormonas liberadas no circulan como moléculas libres pero casi en su totalidad (99.9%) se unen a las proteínas séricas específicas.
Tres fracciones de proteínas con afinidades variantes y capacidades para la interacción con T3 y T4 han sido identificadas por la electroforesis con papel de flujo reverso. La tiroxina unida a la globulina (TBG) transporta 65-75% de la concentración circulante total. La tiroxina unida a la pre-albúmina (TBPA) tiene una actividad intermedia para la tiroxina (transporta aproximadamente 15-25%) pero poca avidez para triyodotironina. La albúmina con una baja afinidad pero mayor capacidad transporta 10% de la tiroxina y 30% de la triyodotironina disponible.
Incluso los procesos metabólicos son regulados enteramente por la concentración de las hormonas tiroideas libres, los cuales son inversamente relacionados a los niveles de las proteínas de unión, una evaluación de la capacidad de unión del suero humano fue desarrollado en 1957 por Halmolsky. En este método temprano, el T3 radioactivo fue adicionado a una muestra de la sangre total. Después de un período de incubación, la mezcla fue centrifugada y los glóbulos rojos lavados. La radioactividad de Uptake (consumo) de los glóbulos rojos fue inversamente relacionada a la capacidad de unión del suero. Aunque este método tiene varias limitaciones, probó ser una herramienta de valor diagnóstico.
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