La medición de las hormonas (tT3, tT4 y TSH) son generalmente consideradas como pruebas de diagnostico in vitro invalorables para evaluar la función tiroidea completamente. Esta importancia ha suministrado el impulso para la significante mejora en la metodología de ensayo que ha ocurrido en las ultimas tres décadas. Esta evolución del procedimiento puede ser evidenciada de la proteína empírica atada a la prueba de Iodo para el radioinmunoensayo sofisticado teóricamente y actualmente usado EIA, ELISA, FIA y quimioluminiscencia.
La combinación del panel de tiroides (CTP) suministra la conveniencia de calibradores combinados, placas universales, y la selección de reactivos flexibles dando las técnicas para realizar una variedad de ensayos diseñados. En este método, el suero de referencia, la muestra del paciente, o el control, se adicionan primero al pozo de microplaca. El conjugado enzima-T4 (T3) y el anticuerpo tT3 o tT4 con biotina son adicionados, y luego mezclados los reactivos. En el caso del TSH, la biotina y el conjugado de enzima son adicionados en un solo paso. Una reacción resulta entre el conjugado de enzima, el conjugado con biotina y la hormona tiroide nativa (tT3, tT4 o TSH) para los sitios de combinación del anticuerpo. La inmovilización se lleva a cabo a través de la reacción de incorporar biotina y la cubierta de estreptavidina en el micropozo.
Después del periodo de incubación requerido para la competencia, la enzima conjugada unida es separada de la enzima conjugada no unida, mediante aspiración o decantación. La activada de enzima presente sobre la superficie de los posos en cuantificada mediante la reacción con un sustrato que produce color.
El empleo de varios sueros de referencia de concentraciones conocidas de hormona tiroidea permite la construcción de una gráfica de actividad y concentración. A partir de la comparación sobre curva dosis y respuestas, la actividad de una muestra desconocida puede ser correlacionada con la concentración de la hormona.