La concentración de gonadotropina coriónica humana (hCG) se aumenta notoriamente en sangre y orina durante el periodo normal de embarazo. La hCG es secretada por el tejido placentario, iniciando con los trofoblastos primitivos, casi desde el momento del implante, y actúa como soporte del cuerpo luteo durante las primeras semanas del embarazo. La gonadotropina hCG o las glico-proteínas similares a la hCG pueden ser también producidas por una amplia gama de tumores trofoblasticos y no trofoblasticos. La medición de hCG, por sistemas de ensayo con adecuada sensibilidad y especificidad ha demostrado ser de gran valor en la detección de embarazo y en el diagnóstico de trastornos tempranos del embarazo.
De acuerdo con la literatura especializada, la hCG se detecta en forma temprana incluso a los 10 días después de la ovulación, llegando así a 100mlU/ml para el primer periodo faltante. En el momento de la siguiente ovulación, el nivel hCG es de 200 mlU/ml (aproximadamente 28 días después de la concepción) se logra un pico de 50.000 o incluso 100.000 mlU/ml al tercer mes, luego se observa un descenso gradual.